Por Luis Muciño Arvizu
Al hablar de un campeón en el Tour de France describimos al corredor que ganó la clasificación general, pero también podríamos estar hablando del corredor que ganó el jersey verde por puntos, o el jersey blanco de jóvenes, o el jersey de montaña, o simplemente a un coequipero que logró ganar una etapa y ese será el máximo logro de su carrera. Hay diferentes escenarios y tamaños para designar a un campeón, pero en esta ocasión hablaremos de la gente que podría ganar la clasificación general, es decir, del “campeón mayor”, del que se lleva la gloria máxima.
No tiene muchos años que existían corredores que apostaban su temporada al desempeño en el Tour de Francia o Giro de Italia, dejando el resto de las competencias previas como preparación y las posteriores como mero cumplimiento de contrato. Fue el caso de Miguelón Induráin, Bjaarne Riis, Greg Lemond, Alex Zulle, Marco Pantani e Iván Basso, y posteriormente Lance Armstrong, los hermanos Andy y Frank Schleck, Jan Ulrich, Carlos Sastre e inclusive Cadel Evans, lo que nos daba una lectura muy clara de quiénes eran los protagonistas, los grandes favoritos y hasta los posibles candidatos al podio final.
Hoy en día, los corredores modernos son mucho más all rounders y programan su pico de forma para ciertos bloques y carreras, pero procuran mantener un nivel competitivo óptimo la mayor parte posible de la temporada (febrero a noviembre) y muy pocos lo logran, pero justo ese despliegue de participaciones van acotando quién es quién de cara a alguna competencia, y con base en esa planeación y datos, se integran las estrategias y selecciones de los equipos para un Grand Tour, como lo es el Tour de Francia.
Como todos sabemos, la temporada 2020 es atípica por la pandemia mundial y las fechas de las competencias han sido asignadas bajo un esquema inestable, poco claro y con evidente preferencia a las más importantes.
Así, el sistema clásico de selección y preparación de los corredores se convirtió en una apuesta en todos los sentidos. Nadie sabe bien en qué estado de forma llegarán a la justa francesa aunque ahora, luego de esta primera semana de calendario World Tour, tenemos indicadores de algunos corredores. Pero, insistimos, es una incógnita el estado de forma en que llegarán a la ronda gala.
Los favoritos naturales para el Tour de France antes de la pandemia, podía resumirse en una lista corta que encabezaba el bloque rojo de Ineos, integrado por Egan Bernal (campeón defensor), Geraint Thomas (campeón 2018) y Chris Froome (campeón en cuatro ediciones); un reinventado Vincenzo Nibali de Trek Segafredo; el niño maravilla Remco Evenepoel del Deceuninck-Quick-Step; la esperanza eterna personalizada en Mikel Landa ahora en el Bahrain McLaren; alguno de los hermanos Yates y Esteban (“Chavito”) Chaves de Scott-Mitchelton; el colo Miguel Angel “Superman” López y Jacob Fuglsang de Astana; el rejuvenecido y renovado Nairo Quintana con el Arkea-Samsic; y el trío sorpresa de Jumbo-Visma integrado por Primoz Roglic, Tom Dumoulin y Steven Kruisjwijk que son los únicos que realmente podrían igualar fuerzas con los ingleses, y ya. Pare de contar.
Además, desde luego, tenemos otro listado, el de los corredores que podrían lograr alguna hazaña o convertirse en una piedra en el zapato. Ahí pondríamos a Bauke Mollema y Richie Porte del Trek Segafredo (si Nibali les “da chance”), al veterano Alejandro Valverde y Enric Mas de Movistar. También están Dan Martin, Fabio Aru y Tadej Pogacar del UAE Team Emirates, Rigoberto Urán del EF Education First, Emanuel Buchmann del Bora Hansgrohe, el versátil francés Julian Alaphilippe del Wolf Pack, el espigado Romain Bardet de AG2R La Mondiale o Thibaut Pinot de Groupama-FDJ que regresa este año por la revancha, entre otros.
Al día de hoy, de manera clara solo hay DOS GRANDES FAVORITOS: Primoz Roglic y Egan Bernal. El esloveno –parece- se encuentra en un excelente estado de forma como lo demostró al ganar de manera impresiva y con autoridad dos etapas y la clasificación general del Tour de l´Ain en Francia, batiendo al mismo Bernal, en una prueba que ha puesto en evidencia la progresión positiva de Nairo Quintana.
Fue evidente que si hay un equipo que puede poner en jaque al Ineos es el Jumbo Visma con gente como Tom Dumoulin, Steven Kruisjwijk y George Bennett. Por otro lado, el Tour de l’Ain mostró la inconsistencia de corredores que deben estar preocupados: Geraint Thomas, Fabio Aru, y sobre todo Chris Froome, que terminó a más de 12 minutos.
El esloveno líder del Jumbo anda volando, pero está por verse si puede sostener el ritmo de escalada de Bernal a la hora de la verdad en las grandes y largas rampas del Tour; seguramente seremos testigos de batallas muy interesantes.
Por su parte el colombiano campeón defensor también anda bien, lo acaba de demostrar con el segundo sitio, a solo 18 segundos, de Roglic. Hay que recordar que pocos días antes había ganado con gran autoridad la Route de Occitanie (también en Francia), donde dejó en el camino a gente de la talla de Thibaut Pinot (tercero a más de medio minuto), Richie Porte (sexto a 1:26), Warren Barguil (a casi minuto y medio), y para sorpresa de todos, a Miguel Angel López (en el lugar 26 a más de 5 minutos) y a Chris Froome (en el lugar 27 a casi 10 minutos). Las diferencias son muy grandes considerando que la competencia solo fue de cuatro etapas.
Dejando a un lado a Roglic y Bernal, debemos enfocarnos a analizar quién podría completar el Top 10 y es muy complicado llegar a conclusiones, ya que varios de los favoritos no están en plenitud y no creo que alcancen el nivel forma que requiere en el Tour en solo tres semanas (la Grand Bouclé inicia el 29 de agosto), pero en el ciclismo todo puede suceder y siempre hemos tenido sorpresas increíbles a lo largo de los años.
De los 10 principales candidatos, además de Egan Bernal, sabemos y opinamos lo siguiente:
1. Geraint Thomas (Team Ineos). Al inglés no le veo ni siquiera el nivel que tenía en 2019 cuando fue segundo en el Tour. Es un corredor que normalmente forja su estado de forma compitiendo, y no en rodillos y carreteras vacías. Esperamos grandes cosas de él, pero mi pronóstico es que acabará de gregario de súper lujo para Bernal y ni siquiera alcance el pódium, pero ya veremos.
2. Remco Evenepoel (Deceuninck-Quick-Step). Aún no sabemos si correrá el Tour, pero el muchacho anda a un nivel muy por encima del resto: ganó la etapa reina y la clasificación general de la Vuelta a Polonia. Fue emotivo verlo llegar solo a meta, levantando los brazos sosteniendo el número de su compañero caído Fabio Jakobsen. Remco es garantía, pero a la vez una incógnita ya que es capaz de desempeñarse de manera sorprendente en cualquier terreno, y en etapas contra el reloj ningún otro candidato puede hacerle frente, salvo Dumoulin o Roglic tal vez. Esperamos verle liderando el Wolf Pack de Lefevere, aunque en sus planes para esta temporada, el belga anunció que estaría en el Giro de Italia que arranca el 3 de octubre.
3. Vincenzo Nibali (Bahrein-McLaren). El italiano ya conoce lo que es ganar un Tour y aún a su edad -35 años- conserva esa sed de triunfo que le ha llevado a ser uno de los dos únicos corredores en activo que han ganado las Tres Grandes (Froome es el otro); sin embargo, no sabemos si podrá alcanzar el pico de forma necesario para lograr la hazaña, y lo más preocupante es que tampoco es garantía que su equipo se desempeñe al nivel requerido, como ya le sucedió el año pasado en Bahrein-Merida.
4. Nairo Quintana (Arkea-Samsic). Es mi candidato a ocupar la tercera plaza en el podio, y ha demostrado en lo últimos meses dos temas importantes: 1) aún tiene la capacidad física y el nivel requerido para alcanzar la gloria y para muestra sus enormes actuaciones en competencias pre-pandemia y este domingo quedó tercero en la clasificación general del Tour de l’Ain, a solo 28 segundos de Roglic y 10 segundo de Bernal; y más importante que eso: 2) tiene una mentalidad nueva de ganador, con una visión mucho más agresiva y con su amplia experiencia seguramente podrá darnos gratos espectáculos. Se siente cómodo en su nueva escuadra y se le nota. Será fundamental el apoyo que reciba de su hermano Dayer y de su escudero de mil batallas Winner Anacona y de Warren Barguil. Se encuentra en un equipo de ‘segunda división’ pero que ha tenido un gran desempeño, mejor que varios de los equipos grandes. Muy bien el colombiano y muy bien Emmanuel Hubert.
5. Mikel Landa (Bahrein McLaren). El español es favorito de muchos pero, hay que decir, uno de sus grandes problemas es que siempre pierde minutos valiosos en las primeras etapas, después tiene que hacer esfuerzos sobrehumanos para recuperar y jamás le ha alcanzado. En otras ocasiones pierde tanto tiempo que al final ha tenido que ceder sus capacidades al servicio de otros, muy a su pesar. Mikel es uno de los mejores escaladores del mundo y tiene una capacidad fantástica, pero carece de ese sentido táctico tan característico de los grandes campeones y su personalidad tampoco le ayuda en el rol de líder de un equipo. En esta participación tendrá la oportunidad que nunca antes había tenido: ser el líder único de un equipo para ir por el maillot jeune. Espero que sepa aprovecharlo y obtenga lo mejor de ello. No debemos olvidar que en el equipo Bahrein-McLaren está ocupando los zapatos que dejó ‘El Tiburón de Messina’ y son enormes.
6. Miguel Angel “Superman” López (Team Astana). El colombiano, en el papel, tenía a su equipo dedicado exclusivamente a que alcanzara el podio, pero hasta ahora no hemos visto ningún indicador de buena forma de parte del escarabajo. Sus actuaciones han sido muy grises, y al igual que Geraint Thomas, parece ser que el encierro no le favoreció.
7. Steven Kruiswijk (Jumbo Visma). El escalador holandés va por su segundo podio (fue tercero el año pasado) y hasta ahora ha dado notas de buena forma física. Es un corredor que no gana etapas, pero su consistencia es impresionante y definitivamente es un ciclista a considerar. Además, forma parte de un equipo igual o más fuerte que el Ineos, con la diferencia que los de amarillo manejan perfectamente los lideratos y permiten que sea la carretera la que pone al jefe y no los egos o los directivos.
8. Tom Dumoulin (Jumbo Visma). “La mariposa de Maastricht” como suelen llamarle en su país, ya ha vencido en una grande (Giro de Italia 2017), y aún le queda mucho por demostrar y más ahora que está estrenando equipo y tiene que justificar su fichaje. Sus altas prestaciones en pruebas contra el reloj seguramente le ayudarán, pero dudo mucho que alcance la forma necesaria para estar siquiera cerca del podio final. Solo como comentario: aún no entiendo cómo un corredor de más de 1.85 metros de estatura y con su “chasis” puede subir tan bien en la alta montaña, y desde luego nos remite al recuerdo de Miguel Induráin.
9. Richie Porte (Trek Segafredo). En años anteriores ni siquiera le hubiera considerado en esta lista por sus grises actuaciones temporadas atrás, pero en esta ocasión, con las pocas oportunidades que ha tendido en carretera, ha demostrado una progresión notable y poco a poco ha ido construyendo (¿o recuperando?) un nivel que lo coloca solo “una rayita” por debajo de los favoritos. Porte está ante la oportunidad de su vida de demostrar lo que muchos pensábamos de él: que sus mejores días ya son agua bajo el puente.
10. Chris Froome (Team Ineos). He dejado al final al formidable inglés, ya que me parece que hablamos de un gran campeón y merece tener la oportunidad de luchar por su quinto triunfo en el Tour, pero todo indica que ni siquiera lo incluirán en el equipo. Recordemos que en el equipo de Brailsford “todo es negocio y nada es personal”, y los números indican que prefieren a un gregario sólido para las etapas onduladas y planas que a un Froome luchando por una cruzada personal. Tampoco le ayuda el resultado que acaba de obtener en el Tour de l´Ain donde quedó muy atrás en la clasificación general y no sabemos si fue por su papel de gregario de lujo o porque no tuvo el nivel requerido, o ambos. Mi pronóstico es que lo dejarán fuera del Tour y posteriormente pondrán el equipo a sus órdenes en la Vuelta a España. Ya tendrá oportunidad de demostrar que aún tiene en sus piernas una o dos más de las grandes vueltas, pero eso será con el Israel Start-Up Nation en el 2021.
Estoy convencido de que la edición 2020 del Tour de France será inolvidable, llena de sorpresas, desilusiones y asombros. Seguramente surgirá alguna nueva estrella, y también seguramente se hundirá alguna otra.